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Cada vez es mayor el número de personas que apuestan por una forma de vida en la que prime el cuidado y respeto por el medioambiente. Es así como se opta por nuevos medios de transporte, alimentación más sana y natural y, como no podría ser de otra manera, un consumo en la vestimenta mucho más consciente y responsable.
Desde el punto de vista ecológico, la moda sostenible podría ser el futuro pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de moda sostenible?, ¿es tan decisiva para iniciar un cambio radical en la sociedad?, ¿qué podemos hacer individualmente para generar ese cambio? Ante tanto interrogante, vayamos poco a poco, desenredando la madeja, nunca mejor dicho.
¿Qué se conoce como moda sostenible?
La moda sostenible es algo más que un repentino deseo pasajero por aplacar la conciencia o abrazar las nuevas corrientes de una ecología en alza. En realidad se trata de un conjunto de prácticas que van desde la elección de los tejidos, el proceso de fabricación y venta, así como el cuidado del entorno o condiciones especiales para los trabajadores. De ahí que la industria textil tenga un especial interés en cuestiones tan importantes, y a veces tan olvidadas, como la reducción de emisiones de CO2 y, por tanto, evitar la contaminación; apoyar la biodiversidad; y, de forma especial, el fomento de condiciones laborales justas, equitativas y con salarios dignos.
Pero todo esto no puede ser posible si no existe una información, al menos básica, para el consumidor. Al fin y al cabo es el que tiene la última palabra. Una nueva educación frente al consumo de textiles es la mejor estrategia para conseguir los mejores resultados.
Elección de los materiales y tejidos sostenibles
La elección de los materiales y tejidos, con los que están fabricados las prendas, es fundamental. Es así como se evita, en gran parte, la emisión de residuos al entorno natural.
Aunque no es una verdad absoluta, cuanto más natural sea el tejido, menor impacto negativo tendrá en el medioambiente. De ahí que saber elegir el material de las prendas puede ser el primer paso. Para ello es necesario saber que los tejidos, generalmente, se dividen en tres grupos:
- Natural. Se extraen de los animales y vegetales. Se dividen en celulósicas (algodón y lino) y protéicas (seda y lana). Además, existen otros tejidos naturales como el cáñamo que además son 100% sostenibles.
- Sintéticos. La materia prima procede del petróleo. Son el nailon y la lycra.
- Artificial. En general son materias naturales que se someten a una transformación. Entre otras, el rayón y la viscosa.

La economía circular y el reciclaje
Desde el año 2021 existe una Ley de Residuos que prohíbe la destrucción de productos textiles no vendidos. De ahí que la recuperación sea obligatoria para darles una segunda vida a través del reciclaje o la reutilización. De hecho, reciclar un tejido ya existente, es mucho más respetuoso y sostenible que fabricar uno nuevo.
Además, otra de las ventajas del reciclaje es aprovechar con más efectividad los tejidos sintéticos y, por lo tanto, la importante reducción en su fabricación. Al entrar en la economía circular, el impacto sobre el medio ambiente se reduce considerablemente.
En los últimos tiempos, y gracias a la investigación, se han conseguido tejidos totalmente biodegradables a partir de materiales que, hasta el momento, parecían impensables. La piña, la madera o las algas marinas son algunas de esas nuevas fibras que han abierto un nuevo camino hacia la moda ecológica y sostenible.
El compromiso de los consumidores
La propia sociedad de consumo es la encargada de haber fomentado una necesidad imparable por comprar prendas de vestir de usar y tirar. Sin embargo, y ante la acuciante situación medioambiental, es necesario hacer un ejercicio de conciencia para que ese modo consumista cambie. Además de frenar esa compra descontrolada, es necesario que sepamos elegir bien las prendas y llevar a cabo algunas iniciativas.
Más allá de mirar las etiquetas y comprobar que lleven el sello de garantía ecológica, es necesario cerciorarse del lugar de fabricación. Lo ideal es que se haya fabricado en talleres de confección local o, al menos, en fábricas de países que respeten los derechos del trabajador. Para formar parte de esta concienciación ecológica, es necesario conocer y comprobar los certificados que te explicamos a continuación:
- Oeko-Tex garantiza que no tiene agentes nocivos para la salud.
- Fair Trade Cotton son 100% algodón y de comercio justo.
- GOTS asegura el uso de fibras orgánicas pero, también, otros criterios sociales como los derechos laborales.
También es importante hacer un uso responsable de las prendas que ya han sido compradas. Darles una segunda vida, convertirlas en otras prendas o compartirlas con otros usuarios. Otro truco importante es comprar diseños atemporales, de esos que vamos a utilizar durante mucho tiempo. Si, además, sabemos cuidar las prendas utilizando buenos productos de limpieza, entonces nos garantizamos la compra más inteligente.
En Munest, tenemos un compromiso serio con los trabajadores. Hablamos previamente con ellos sobre cantidad de trabajo/tiempo, sueldos, etc., para que se cumpla una garantía de buenas condiciones. Además, seleccionamos a proveedores de materiales o herramientas nacionales para tratar de reducir así las emisiones de CO2.
Pequeños gestos en nuestro día a día pueden conseguir grandes logros. No debemos olvidar que el cuidado del planeta es responsabilidad de todos.